EL TERCER JUICIO
La Paz del Señor sea con todos vosotros:
Yo anuncio el fin desde el
principio; anuncio el futuro desde mucho antes. Yo digo: Mis planes se
realizarán; haré todo lo que me propongo (Isaías 46:10). Lo que pasó, ya
antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad
(Isaías 48:3). Cuando llegue el tiempo en que el séptimo ángel toque su
trompeta, se cumplirá el plan secreto de Dios, como él anunció a sus propios siervos
los profetas (Apocalipsis 10:7).
De tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no
se pierda, sino que tenga vida eterna. El que cree en el Hijo tiene vida eterna;
pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira
de Dios está sobre él (Juan 3:16,36).
Destruiré los hombres y las
bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los
impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová
(Sofonías 1:3).
En llama de fuego, para dar
retribulación a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder (2
Tesalonicenses 1:8,9). El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios
es amor (1 Juan 4:8). Y este es el amor, que
andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros
habéis oído desde el principio (2 Juan 1:6). Hermanos, no os escribo
mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la
palabra que habéis oído desde el principio (1 Juan 2:7). Jesús
le respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. Por que
yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de
hablar. Y se que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo
hablo como el Padre me lo ha dicho (Juan 7:16. 12:49,50). El que viola la
Ley de Moisés, por el
testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente (Hebreos 10:28).
El Tercer Juicio de Dios viene sobre todos los habitantes de la tierra por haber dejado su Ley. Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon a mis palabras, y aborrecieron mi ley (Jeremías 6:19). Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no desviaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas; e hiciéronlos errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres (Amos 2:4). Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel (Isaías 5:24).
Dios visita la Tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen (Éxodo 20:5).
Primera Generación. Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé entró en el arca, Y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre (Mateo 24:37,39).
Segunda Generación. Asimismo también como fue en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó a todos: Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará (Lucas 17:28,30).
Tercera Generación. En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria; será bendición en medio de la tierra (Isaías 19:24).
ESTA tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistirá todo negocio. He dicho antes, y ahora digo otra vez como presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si voy otra vez, no perdonaré (2 Corintios 13:1,2).
Bendición. La bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy (Deuteronomio 11:27).
Testigos. Y daré a mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos y sesenta días, vestidos de sacos (Apocalipsis 11:3). El primer testigo es el Arcángel Miguel o Espíritu Santo y el segundo testigo es Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, templo del Dios viviente.
Los ríos empezarán a secarse.
Sequedad sobre sus aguas y se secarán; porque es tierra de ídolos,
y se entontecen con imágenes (Jeremías 50:38). Yo
cavé, y bebí las aguas, y con las pisadas de mis pies secaré todos los ríos de
Egipto (Isaías 37:25). Que dice a las profundidades: Secaos y tus ríos haré
secar (Isaías 44:27). Los nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a
las lagunas, y no hallaron agua; volvieron con sus vasijas vacías; se
avergonzaron, se confundieron y cubrieron sus cabezas. Porqué se resquebrajó la
tierra por no haber llovido en el país, están confusos los labradores, cubrieron sus cabezas (Jeremías
14:3,4).
El caudal de todos los ríos del mundo,
continuará disminuyendo paulatinamente, como consecuencia del incremento de la
temperatura y de la evaporación del agua, producidos por el descenso del sol
sobre la órbita de la tierra (2 Reyes 20:9,10).
En algunas naciones, la tasa de
precipitación a nivel mundial, en los últimos años ha sido la más crítica de
toda la serie histórica de datos. También os detuve la
lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre
otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la otra parte sobre la
cual no llovió, se secó (Amós 4:7).
Hambruna en todo el planeta
tierra.
Para que al faltarles el pan y el agua, se miren unos
a otros con espanto, y se consuman en su maldad. Por eso los padres comerán a
los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios,
y esparciré a todos los vientos todo lo que quedaré de ti. Cuando arroje yo
sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción, las
cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros, y
quebrantaré entre vosotros el sustento del pan (Ezequiel 4:17. 5:10 y 16).
Sin agua en los ríos, lagos y lagunas, el hombre no podrá producir alimentos y
al no haber alimentos, vendrá la hambruna a nivel mundial. Se comerán tus cosechas, tu pan, y aun devorarán a tus hijos
y a tus hijas. Se comerán tus ovejas, tus reses, tus viñas y tus higueras. Con
sus armas destruirán las ciudades fortificadas en las que tú confías (Jeremías
5:17). Cuando no existan alimentos en los mercados, empezaran lo
saqueos por todo el mundo y los productores tan solo observarán como sus cultivos
y plantaciones desaparecerán en minutos. El hambre será el enemigo del hombre
en los próximos años.
Y tras ellos seguirán siete
años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el
hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa
del hambre siguiente la cual será gravísima (Génesis 41:30,31). Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fue desde el principio de la creación que crió Dios, hasta este tiempo, ni será (Marcos 13:19).
Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin: de tiempo a tiempo beberás. Díjome luego: Hijo del hombre, he aquí quebrantaré el sostén del pan en Jerusalem, y comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con espanto (Ezequiel 4:11,16). El agua y el pan sera vendido por cupos o racionado.
Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalem y de Judá el sustentador y el fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua (Isaías 3:1).
Saqueos. Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres (Isaías 13:16). Será por tanto saqueada su hacienda, y sus casas asoladas: y edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas (Sofonías 1:13). Y en mano de extraños la entregué para ser saqueada, y en despojo a los impíos de la tierra, y la contaminarán (Ezequiel 7:21). Del todo será vaciada la tierra, y enteramente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra (Isaías 24:3).
Todos los animales de la
tierra morirán. El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y este se convirtió
en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar
(Apocalipsis 16:3). Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo
morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los
peces del mar morirán (Óseas 4:3). Los pescadores también se entristecerán;
harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán los que
extienden red sobre las aguas (Isaías 19:8).
Enfermedades incurables. Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, JEHOVÁ TU DIOS, Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas; Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán (Deuteronomio 28:58-61,15). Consumidos serán de hambre, y comidos de fiebre ardiente y de amarga pestilencia; diente de bestias enviaré también sobre ellos, con veneno de serpiente de la tierra (Deuteronomio 32:24). De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra: y con cuchillo y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra (Jeremías 16:4).
Aparecerán bestias salvajes que el hombre nunca ha visto. Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten los hijos, y destruyan vuestros animales, y os apoquen, y vuestros caminos sean desiertos (Levítico 26:22). Y enviaré sobre ellos cuatro géneros, dice Jehová: cuchillo para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra, para devorar y para disipar (Jeremías 15:3).
La gente no morirá porque debe recibir el castigo. Y en aquellos días buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá de ellos (Apocalipsis 9:6).
El hombre se volverá un caníbal. Y haréles comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo, en el cerco y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus almas (Jeremías 19:9). Y comeréis las carnes de vuestros hijos, y comeréis las carnes de vuestras hijas (Levítico 26:29).
El calor a nivel mundial. El cuarto ángel derramó su copa sobre el Sol, al cual fue
dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran
calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y
no se arrepintieron para darle gloria (Apocalipsis 16:8 y 9). Respondió
Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará
la sombra diez grados, o retrocederá diez grados?. Y exequias respondió: Fácil
cosa es que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás
diez grados (2 Reyes 20: 9 y 10).
La temperatura media de la atmósfera,
se incrementará en promedio en 2 grados centígrados, siendo suficiente para que
los glaciares desaparezcan y que el agua de lagunas, lagos, ríos, aguas
subterráneas y mares, se evaporen a una tasa mayor, provocando sequías y
hambrunas a nivel mundial.
Según los científicos, cuando se
derritan los glaciares, el nivel del agua de los mares subirá 6 metros sobre el nivel promedio
actual, quedando todas las ciudades costeras bajo el agua. El incremento del
nivel del agua en el mar, en algunos sitios del globo ya es de 30 centímetros y los
glaciares, se han derretido aproximadamente en un 22%. Así
ha dicho Jehová: He aquí que suben las aguas del norte, y se harán torrente; inundarán
la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella (Jeremías 47:2).
Granizadas, huracanes, frío
y heladas.
Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo,
como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga
del granizo; porque su plaga fue demasiado grande (Apocalipsis 16:21).
Y Yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre;
y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están
con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre (Ezequiel 38:22). Del sur viene el Torbellino, Y el frío de los vientos del norte. Por el
soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas se congelan. (Job 37:9,10). De la nieve como lana, Y derrama la escarcha como ceniza. Hecha su hielo
como pedazos: Ante su frío quién resistirá (Salmos 147:16,17). En
Ezequiel 38:22, nuestro Padre Jehová dice que la guerra será contra Satanás y
sus tropas; así que, todos deben convertirse a Jehová, porque los seres humanos
que estén del lado de Satanás serán destruidos; y, los que están con Satanás,
son todos aquellos que no cumplen los mandamientos, los estatutos y las leyes de
nuestro Dios Jehová.
Y del humo salieron
langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los
escorpiones de la Tierra. Y
se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna,
ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de
Dios en sus frentes (Apocalipsis 9:3,4). También habrá
enfermedades y plagas, frente a las cuales la humanidad no está preparada para
enfrentarlas, ni darles solución alguna (Job 14:3. Marcos 5:25 al 34), por cuanto, es necesario que toda la humanidad de
convierta a Jehová, para que lleve el sello de Dios y se libre de tan cruel
sufrimiento que está por suceder.
Conforme está escrito en la Ley de Moisés, todo este mal
vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para
convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad (Daniel 9:13).
Terremotos. Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor (Isaías 29:6). Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos (Marcos 13:8). Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto (Apocalipsis 8:5).
Solución, convertirse a Dios. Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; He aquí que mis siervos cantarán por júbilo del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis (Isaías 65:13,14).
Y díles mis ordenanzas, y declaréles mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá en ellos. Y díles también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico (Ezequiel 20:11,12).
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (Mateo 19:17).
Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los Egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador (Éxodo 15:26).
Terremotos. Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor (Isaías 29:6). Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos (Marcos 13:8). Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto (Apocalipsis 8:5).
Solución, convertirse a Dios. Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; He aquí que mis siervos cantarán por júbilo del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis (Isaías 65:13,14).
Y díles mis ordenanzas, y declaréles mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá en ellos. Y díles también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico (Ezequiel 20:11,12).
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (Mateo 19:17).
Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los Egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador (Éxodo 15:26).
Autor: Ezequiel Ataucusi Gamonal
JEHOVÁ DIOS EN AMÉRICA DEL SUR
EZEQUIEL JONÁS SU TEMPLO
La Paz y la Gracia de
nuestro Señor Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, more en cada uno de vosotros hermanos y hermanas Israelitas.
0 comentarios :
Los comentarios nuevos no están permitidos.