LAS MURALLAS DE JERICÓ
La Paz del Señor sea con todos vosotros:
Según el entendimiento y la historia del hombre, las Murallas de Jericó fueron destruidas por los Israelitas al mando de Josué, el sucesor de Moisés, quienes desde el primero hasta el sexto día rodearon por una ocasión a la muralla y al séptimo día, al toque de las bocinas y del grito fuerte de los Israelitas, la muralla se derrumbó y los Israelitas mataron a los amorreos sus enemigos y tomaron sus tierras, las cuales se encuentran al otro lado del río Jordán.
Según el entendimiento y la historia del hombre, las Murallas de Jericó fueron destruidas por los Israelitas al mando de Josué, el sucesor de Moisés, quienes desde el primero hasta el sexto día rodearon por una ocasión a la muralla y al séptimo día, al toque de las bocinas y del grito fuerte de los Israelitas, la muralla se derrumbó y los Israelitas mataron a los amorreos sus enemigos y tomaron sus tierras, las cuales se encuentran al otro lado del río Jordán.
Científicamente,
aún no se ha podido demostrar que a través del sonido producido por una bocina
se pueda derrumbar una pared, peor aún una muralla; empero, la onda expansiva
de una explosión (dinamita) si puede derrumbar una muralla, caso muy diferente
del que estamos tratando.
Pues
bien, Jehová Dios, cerró la profecía hasta este tiempo (Dn.
12:4), para darla a conocer a su pueblo y a los que quieran heredar la
tierra prometida, he aquí el significado espiritual de las MURALLAS DE JERICÓ (2 Co. 3:6).
1. Jehová Dios estaba con Josué
Jehová
Dios solo está con aquellos que guardan la Ley que Él entregó a Moisés y Josué
cumplió la Ley, por eso Dios estaba con Josué. Nadie
te podrá hacer frente en todos los días de tu vida: como yo fui con Moisés,
seré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente: porque
tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra, de la cual juré a sus padres
que la daría a ellos. Solamente te esfuerces, y seas muy valiente, para cuidar
de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó: no te apartes de
ella ni a diestra ni á siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas
que emprendieres (Jos. 1:5,6,7).
La Ley de Jehová Dios es eterna |
2. El Arca del Pacto
En el Arca del Pacto,
se encuentra la Ley que Jehová Dios entregó a Moisés (Ex.
25:10-22) y los Israelitas antiguos, transportaban el Arca a donde ellos
viajaban, porque por medio de la Ley, Dios se manifestaba a ellos; y, Jehová
Dios solo está en donde se encuentra su Mandamiento. Si
estas leyes faltaren delante de mí, dice Jehová, también la simiente de Israel
faltará para no ser nación delante de mí todos los días (Jer. 31:36).
Jehová Dios es
Jesucristo, el Espíritu que moró en Jesús el Cristo (Jn.
1:29. Ap. 17:14. Dt. 10:17) y Él (el espíritu) tenía que volver a
levantar el tabernáculo de David o a implementar el culto ordenado por medio de
la Ley de Moisés (Hch. 15:16,17. He. 8:10. 10:28);
hoy en día, todos los creyentes tenemos la Ley de Moisés (Is. 2,2,3. 51:4) y cada uno de nosotros es un
Moisés o un Josué, porque somos libertadores de los seres humanos, quienes se
encuentran secuestrados por legiones de seres de maldad o demonios que habitan
en el hombre (Lc. 8:2) y en este planeta (Ef. 6:12).
3. El Río Jordán, Jericó, Jerusalem y los otros poblados
Materialmente el río
Jordán nace aguas abajo de la confluencia de los ríos Snir, Dan y Banias y
desemboca en el mar Muerto, dentro de Israel (medio oriente). En las márgenes
de este río se encuentran Jerusalem, Jericó y otros lugares descritos en la
Sagrada Escritura. Según la historia, en muchos de esos pueblos habitaban los enemigos
de los Israelitas, como los Hetheos, Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos,
Jebuseos, los cananeos, etc., a quienes debían combatir los israelitas para
entrar a la tierra prometida; en la actualidad, la ignorancia exponencialmente infinita
que existe en este mundo (Stg. 3:15. 1 Co 3:19),
considera que los árabes son los enemigos del pueblo de Dios, de los Israelíes
de Medio Oriente, algo absurdo y descabellado, considerando que todos tenemos un mismo Padre y que por lo tanto, somos hermanos, con un
mismo Dios para todos.
Un 90% de los textos
escritos en la Sagrada Escritura son ALEGORÍAS y la historia de los
historiadores, está basada en alegorías y no en la realidad o en el verdadero
sentido espiritual de la escritura; según la escritura, los israelitas al mando
de Josué pasaron el Jordán y en el viaje a la tierra prometida, tuvieron que
librar varias guerras con los ángeles rebeldes o demonios llamados amorreos,
cananeos, filisteos, etc. (Josué 9:1).
Espiritualmente el
Río Jordán es el cuerpo físico, compuesto en un 75% por agua y el río Jordán es
la vena más gruesa del cuerpo (Cava), la cual se extiende desde el pecho hasta
la cintura o cadera; el resto de venas son los otros ríos que dice la
escritura.
Los Hetheos,
Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos, Jebuseos, los cananeos, etc., viven
dentro del cuerpo físico (Mt. 10:36. Miq. 7:6),
amurallados en centros energéticos identificados por el hombre como chakras (Job 40:21 al 24), alojados en diferentes partes
del cuerpo, desde la planta de los pies hasta la cabeza (Is. 1:6); y, para llegar a la tierra prometida, se debe
eliminar a los demonios antes indicados; por lo tanto, los enemigos de los
Israelitas son los demonios (ángeles rebeldes) y no ningún ser humano, peor aún
religioso alguno (1 Re. 21:23. Ro. 3:4).
4. Para pasar a la Tierra Prometida se debe cumplir la Ley de
Moisés
Jehová Dios o
Jesucristo se aleja de todo aquel que se aparta de la Ley entregada a Moisés;
sin la ley no hay pueblo (Jer. 31:36).
Porque
los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la
gente de los hombres de guerra que habían salido de Egipto, fue consumida, por
cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no
les dejaría ver la tierra, de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos
la daría, tierra que fluye leche y miel (Josué 5:6).
Entonces
Josué edificó un altar á Jehová Dios de Israel en el monte de Ebal, como
Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado a los hijos de Israel, como está
escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las
cuales nadie alzó hierro: y ofrecieron sobre él holocaustos á Jehová, y
sacrificaron víctimas pacíficas (Josué 8:30,31).
Esforzaos
pues mucho a guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de
Moisés, sin apartaros de ello ni a la diestra ni a la siniestra (Josué 23:6).
5. Los enemigos del convertido a Jehová Dios
Los enemigos del
hombre son muchos, quienes viven en el cuerpo físico organizados en tribus o
legiones (Lc. 8:30), cada legión está
integrada por 12 mil demonios (Josué 8:25);
algunas de esas legiones tienen varios reyes, los cuales suman un total de 31 (Josué 12:24). A todos ellos hay que enfrentarlos
espiritualmente y derrotarlos, no se debe negociar con ninguno de ellos, luego se
volverán contra nosotros, nos harán pecar y Jehová Dios nos aborrecerá (Josué 8:22). Un demonio es un ángel rebelde, el
cual no obedece las leyes de Dios (Stg. 2:19. 1 Jn.
3:8).
Si tomamos en cuenta
solo a las siete grandes legiones (Lc. 8:2),
realmente tenemos que luchar contra 84 mil demonios o ángeles rebeldes y además,
derrotar a sus 31 reyes (Josué 12:24), sin considerar
que muchos de ellos se rendirán (Josué 9:7,8,15) y
otros huirán.
Los amorreos, heveos, gergeseos, cananeos, etc. |
6. Las Murallas de Jericó
Como se explicó
anteriormente, al sonido de las bocinas y del grito de los Israelitas, las
murallas de Jericó se derrumbaron y los Israelitas mataron a todos sus
ocupantes excepto a la mujer que los ayudó.
Era necesario el
sonido de las bocinas para derribar las murallas de Jericó, porque éstas estaban
y están totalmente cerradas. Empero Jericó estaba
cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel: nadie entraba, ni salía
(Josué 6:1).
Josué enfrentó a
todos ellos con un ejército de 40 mil Israelitas, quienes en verdad son ángeles
(Josué 4:13).
7. Para derribar las Murallas, el hombre debe Circuncidarse
Erróneamente se dice
que la circuncisión de los prepucios es el corte del prepucio del miembro viril
del hombre, más cuando, la misma escritura testifica que la circuncisión es la eliminación de los demonios quienes habitan en el corazón del hombre,
para que éste pueda entender la sagrada escritura y seguir a Jehová Dios.
En
aquel tiempo Jehová dijo á Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a
circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel. Y Josué se hizo cuchillos
afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el monte de los prepucios. Y
los hijos de Israel asentaron el campo en Gilgal, y celebraron la pascua a los
catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. Y al otro día de
la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y en el mismo
día espigas nuevas tostadas (Josué 5:2,3,10,11).
El creyente en Jehová
Dios debe cumplir todas sus leyes, entre ellas asistir a las fiestas solemnes,
en cualquiera de las fiestas solemnes, Jehová Dios circuncida al convertido y
lo llena de fortaleza para que pueda resistir el ataque de los demonios que
viven dentro del cuerpo y de las miríadas más que rodean a este planeta tierra
y que lo atacarán desde el exterior del cuerpo, bajo el mando de Lucifer.
8. La Batalla con los Amorreos
Los amorreos son los
que viven en la Muralla de Jericó y solo pueden ser eliminados del cuerpo
físico por Jehová Dios a través del Príncipe o el Comandante de su ejército, el
Arcángel Miguel (Dn. 12:1. Ap. 12:7) y para
que él actúe debemos cumplir la Ley que Dios entregó a Moisés.
Y
estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vió un varón que estaba delante
de él, el cual tenía una espada desnuda en su mano. Y Josué yéndose hacia él,
le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?. Y él respondió: No;
mas Príncipe del ejército de Jehová, ahora he venido. Entonces Josué
postrándose sobre su rostro en tierra le adoró; y díjole: ¿Qué dice mi Señor a
su siervo?. Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita tus
zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así
(Josué 5:14,15).
Una vez presente el
Arcángel Miguel, empieza el asedio a los amorreos y la destrucción de la
Muralla de Jericó. Así dieron otra
vuelta a la ciudad el segundo día, y volviéronse al real: de
esta manera hicieron por seis días. Y al séptimo día levantáronse cuando subía
el alba, y dieron vuelta á la ciudad de la misma manera siete veces: solamente
este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. Y como los sacerdotes
hubieron tocado las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Dad grita,
porque Jehová os ha entregado la ciudad. Entonces el pueblo dió grita, y los
sacerdotes tocaron las bocinas: y aconteció que como el pueblo hubo oído el
sonido de la bocina, dió el pueblo grita con gran vocerío, y el muro cayó á
plomo. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno en derecho de sí, y
tomáronla (Josué 6:14,15,16,20).
El sonido de la
bocina, es el sonido de la Ley de Dios, los diez mandamientos y hay que hacerlo
con un volumen alto, que pueda ser soportado por nuestros oídos. Por las
noches, se debe dormir con el audio de los mandamientos a un volumen de 2.5 a 3
decibeles (el parlante portátil puede ubicárselo en el velador), entonces,
mientras el cuerpo descansa, este sonido penetra hasta las profundidades del
cuerpo y los demonios salen, porque no pueden soportar el sonido de la bocina (Mt. 8:16), a los dos meses de iniciado este
ejercicio, el Arcángel Miguel se presentará ante Ustedes, es un ser
extremadamente hermoso, tan solo con verlo, les infundirá temor, gozo y
alegría, después del reposo del sábado, a la madrugada, el Espíritu Santo de la
Promesa los levantará para que canten las alabanzas, al acostarse deberán poner
el audio con los diez mandamientos a la altura de la cintura y al mismo tiempo
en los oídos por medio de los audífonos, una vez entrado el cuerpo en reposo,
se producirá una explosión dentro del cuerpo a la altura del vientre (el cuerpo
salta como producto de la explosión), esa explosión es fuerte, las personas que
nos rodean, preguntan que fue eso, algo explotó y salen a ver lo sucedido; en
paralelo a la explosión, se siente como algunos demonios salen por la pierna
izquierda, esos son los que avanzaron a huir de la matanza que el Arcángel
Miguel con sus ángeles hicieron; y, la explosión, significa que la Muralla se derrumbó.
En seguida se hace
presente una sensación de alivio, desaparecen miles de malos pensamientos y
malos deseos, porque quienes los producían ya murieron.
Los que huyeron
rodean al convertido para volver a ingresar al cuerpo y cuando ingresan, hacen
pactos con los otros demonios, para atacar con toda su fuerza. ¿Por qué los
demonios viven dentro del hombre?, cuando éstos ángeles estaban en el cielo,
ellos se alimentaban del maná, al ser expulsados del cielo por su rebelión
contra Dios, todos ellos cayeron en la tierra (Ap.
12:9) y no tenían alimento; Lucifer (Luzbel en el cielo) se apoderó de
Eva y del hombre, en el cual insertó un sistema de canales y centros
energéticos o murallas, invisibles al ser humano, para que allí vivan sus
seguidores, quienes se alimentan del pecado que produce el hombre; ellos entran
y salen del cuerpo físico cuando quieren, tienen construidas muchas ciudades
espirituales y centros de adoración a los ídolos (Astaroth, Diana, Isis o la
Madre Divina de Dios), de allí inducen al hombre a adorar a una imagen,
escultura o personas, cosa que Dios nunca ordenó. Venida la Ley de Dios, significa guerra para todos ellos, quienes pronto
se apoderaran del mundo para eliminar nuevamente al Pueblo de Dios, no a los
israelíes de Medio Oriente, sino, al nuevo Pueblo de Dios nacido en América del
Sur.
Derrumbada la
Muralla, el resto de legiones se preparan para la batalla, porque saben que les
llegó la hora y entre ellos hacen alianzas para luchar contra Jehová Dios. Y ACONTECIÓ que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del
Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa de la gran
mar delante del Líbano, los Hetheos, Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos, y
Jebuseos; Juntáronse á una, de un acuerdo, para pelear contra Josué e Israel
(Josué 9:1,2).
En esos días Ustedes
verán como en sueños, ingresan a muchas tierras, como seres extraños los
saludan y les dicen, hemos escuchado tus pedidos y ya dimos la orden para que
los cumplan; en forma paralela, el ejército de los otros demonios los atacarán,
llegan en caballos y en carros, deben aprender a manejar las armas de Dios para
defenderse y exterminarlos; para que no los ataquen, deben permanecer con el
audio de los Diez mandamientos todo el tiempo, eso los protegerá. Porque los Cananeos y todos los moradores de la tierra
oirán, y nos cercarán, y raerán nuestro nombre de sobre la tierra: entonces
¿qué harás tú a tú grande nombre? (Josué 7:9).
No hay que tener
miedo, porque Jehová Dios luchará por nosotros, tan solo no debemos apartarnos
de su Ley. Y Jehová echó de delante de nosotros a
todos los pueblos, y al Amorrheo que habitaba en la tierra: nosotros, pues,
también serviremos á Jehová, porque él es nuestro Dios (Josué 24:18). Y
vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas
gentes en vuestra presencia; porque Jehová vuestro Dios ha peleado por vosotros
(Josué 23:3).
En visión, Dios
muestra como luchamos y derrotamos a los reyes de los demonios. Y aconteció que como Josué y los hijos de Israel hubieron
acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que
quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes. Y todo el pueblo se
volvió salvo al campo á Josué en Maceda; que no hubo quien moviese su lengua
contra los hijos de Israel. Entonces dijo Josué: Abrid la boca de la cueva, y
sacadme de ella a estos cinco reyes. E hiciéronlo así, y sacáronle de la cueva
aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de
Jerimoth, al rey de Lachîs, al rey de Eglón (Josué 10:20 al 23).
9. No prevaricar contra la Ley de Dios
Una vez eliminados
los demonios, no se debe volver a pecar ni siquiera con el pensamiento (Mt. 5:28), porque de hacerlo, Jehová Dios se
alejará y quedaremos solos ante los demonios y su jefe mayor Lucifer y ellos nos matarán en vida. Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo
les había mandado; pues aun han tomado del anatema, y hasta han hurtado, y
también han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Por esto los
hijos de Israel no podrán estar delante de sus enemigos, sino que delante de
sus enemigos volverán las espaldas; por cuanto han venido a ser anatema: ni
seré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros
(Josué 7:11,12).
Para seguir
derrotando a los demonios, no se debe pecar, porque el pecado destruye al
hombre y lo debilita y por lo tanto, no se puede luchar contra ellos.
10. Presentar Ofrenda
Luego de derrumbada
la Muralla de Jericó, obligatoriamente se debe presentar la ofrenda a Jehová
Dios. Como Moisés, siervo de Jehová, lo había
mandado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de
Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro: y
ofrecieron sobre él holocaustos á Jehová, y sacrificaron víctimas pacíficas
(Josué 8:31).
La ofrenda agradable a Jehová Dios (Nm. 28:2) |
11. Batalla entre demonios
Los demonios que aún
no han sido atacados se unen entre sí para aniquilar a los que se rindieron,
pasando a ser servidumbre de Dios. Envió pues a
decir Adonisedec rey de Jerusalem, á Oham rey de Hebrón, y a Phiream rey de
Jerimoth, y a Japhia rey de Lachîs, y a Debir rey de Eglón: Subid a mí, y
ayudadme, y combatamos á Gabaón: porque ha hecho paz con Josué y con los hijos
de Israel. Y cinco reyes de los Amorrheos, el rey de Jerusalem, el rey de
Hebrón, el rey de Jerimoth, el rey de Lachîs, el rey de Eglón, se juntaron y
subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campo sobre Gabaón, y
pelearon contra ella (Josué 10:3 al 5).
12. Las ciudades restantes también deben ser destruidas
El ejercicio es el
mismo que se realizó para derrumbar a la Muralla de Jericó, empero, ahora el
audio se debe mover a la altura del pecho, lado izquierdo, justo debajo del
brazo izquierdo, ahí moran demonios muy fuertes. Y
JEHOVÁ dijo á Josué: No temas, ni desmayes; toma contigo toda la gente de
guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de
Hai, y a su pueblo, a su ciudad, y a su tierra. Y harás á Hai y a su rey como
hiciste a Jericó y a su rey: sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para
vosotros. Pondrás, pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella (Josué 8:1,2). Este
ejercicio debe ser inmediato, porque los demonios no lo dejan ni
respirar, el ataque es constante.
13. Los nuevos habitantes de las ciudades destruidas
La tierra se reparte para las doce tribus del Príncipe Israel |
En cada ciudad
destruida, sus tierras son repartidas entre los hijos de Israel, los cuales son
ángeles y son ellos los nuevos habitantes del convertido y ellos lucharán por
él, hasta que muera su cuerpo físico, luego deberá pasar el Jordán y heredar la
tierra prometida, el huerto del Eden, un planeta maravilloso que existe en el
tercer cielo, bajo el cuidado de Jehová Dios y sus ángeles. Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que
Jehová había dicho a Moisés; y entrególa Josué a los Israelitas por herencia,
conforme a sus repartimientos de sus tribus: y la tierra reposó de guerra
(Josué 11:23).
14. Los demonios restantes (Filisteos, Cananeos, etc.)
Y siendo
Josué ya viejo, entrado en días, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de edad
avanzada, y queda aún muy mucha tierra por poseer. Esta es la tierra que queda;
todos los términos de los Philisteos, y toda Gessuri; Desde Sihor, que está
delante de Egipto, hasta el término de Accarón al norte, repútase de los
Cananeos: cinco provincias de los Philisteos; los Gazeos, Asdodios,
Ascalonitas, Getheos, y Accaronitas; y los Heveos; Al mediodía toda la tierra
de los Cananeos, y Mehara que es de los Sidonios, hasta Aphec, hasta el término
del Amorrheo (Josué 13:1 al 4).
Una vez que los
Israelitas, los hijos del Príncipe Israel, siervos de Jehová Dios llegan a
habitar en el cuerpo físico, ellos son los que batallan contra los demonios y
los van aniquilando poco a poco, hasta que no queda ningún demonio, siendo este
el Armagedón, la guerra entre los ángeles y los demonios.
15. La Santidad del Israelita
Al no existir
demonios en el cuerpo físico, el hombre se vuelve santo, como fue Adán al
inicio de la creación; y, una vez terminadas de derrumbar todas las murallas de
los demonios, sale del cuerpo físico la obra maligna de Lucifer en todo ser
humano, la serpiente, kundalini o leviatán (Is.
21:7) y sus chakras; entonces, en el hombre entrará toda la potencia de
Jehová Dios, por medio de su Espíritu Santo, para derrumbar montañas, hacer
llover, secar ríos, sanar gente por multitudes y todos los dones que Jehová
Dios tiene para sus siervos (Mt. 17:20).
16. La Tierra Prometida
La Tierra Prometida
solo la pueden heredar los que han derrotado a todos los demonios, tal como
ocurrió con Josué y Caleb, quienes la heredaron. Excepto
Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en
pos de Jehová (Números 32:12). Empero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él
otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde
entró y su simiente la recibirá en heredad (Números 24:14).
En tiempos de Noé,
solo 8 personas entendieron estos misterios; en tiempos de Lot, solo 3
entendieron estos misterios; de los más de 1 millón de israelitas que libertó
Moisés de Egipto, solo dos entraron a la tierra prometida, Josué y Caleb; la
Ley de Dios es para esta generación (Ex. 24:12. Sal.
102.18), la salvación es para todo ser humano, los medios existen, solo
debemos apercibirnos y seguir a Jehová Dios.
Autor: Randon Ortiz Calle
JEHOVÁ DIOS EN AMÉRICA DEL SUR
EZEQUIEL JONÁS SU TEMPLO
La Paz y la Gracia de
nuestro Señor Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, more en cada uno de vosotros hermanos y hermanas Israelitas.